El cuidado de la piel es un hábito constructivo de salud que refuerza el concepto de belleza saludable. Con el retorno a la rutina, es positivo que encuentres un tiempo para ti. El cuidado de la piel también parte de un diagnóstico adecuado de aquellos factores externos que pueden estar causando un efecto en esta parte del cuerpo. ¿Cuáles son los factores externos que conviene tener en cuenta? En Cremitas los enumeramos.
Estrés
Tras el periodo vacacional, este elemento vuelve a cobrar fuerza en el momento actual marcado por ocupaciones y falta de tiempo libre. Sin embargo, este es un buen momento para afianzar nuevos hábitos de relajación a través de la práctica de yoga, taichí o meditación, por ejemplo. Además, reflexiona de forma consciente sobre la filosofía de la calma para no dejarte condicionar por la corriente externa.
Tabaco
Dejar de fumar no resulta sencillo para quien tiene tan interiorizado este hábito. Sin embargo, apagar el último cigarrillo para siempre no es imposible como muestra el ejemplo de tantas personas que han mejorado su calidad de vida de forma general y, también, el estado de la piel, al tomar la decisión de dejar de fumar.
Una nutrición inadecuada
Ningún producto cosmético puede cubrir las carencias de un potencial de salud tan importante como una dieta variada que aporta energía y vitalidad. Este punto está muy vinculado con el estrés. A partir de ahora, practica la alimentación consciente y pon en valor las experiencias de sabor que disfrutas en la mesa.
Contaminación
Los entornos contaminados de los núcleos de población pueden incrementar la vulnerabilidad en la forma de un aceleramiento del envejecimiento como consecuencia de esta agresión externa. Este daño que se produce con más frecuencia en las grandes ciudades deriva en un estrés significativo de la piel para el que se requiere protección.