Como todos los veranos cuando comienza la temporada de playa, los expertos nos recuerdan los peligros del sol y la importancia de proteger nuestra piel de esta amenaza cada vez más perceptible. Sin embargo muy pocas personas hacen caso de estas recomendaciones porque tienen la absurda creencia de que utilizando factores de protección muy altos no conseguirán un bonito bronceado. A corto plazo esta creencia provoca insolaciones, quemaduras y la aparición de manchas solares, entre otras molestias fáciles de evitar si utilizamos productos de primeras marcas y con un índice de protección adecuado a la tonalidad de nuestra piel.
Utilizar un factor de protección alto no quiere decir que no conseguiremos librarnos de ese blanco nuclear que nos caracteriza, sino que nuestra piel se bronceará de una manera segura y más duradera, porque los rayos de sol más perjudiciales no dañarán nuestra piel. Las mujeres con cutis delicado y sensible suelen necesitar además de un protector solar especial para este tipo de pieles, un tratamiento para evitar la aparición de manchas solares.
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