Llega el verano, el sol, la playa, las altas temperaturas… ¡Pero cuidado! No expongas tu piel al sol sin antes tener en cuenta algunas recomendaciones básicas y muy importantes para broncearnos con seguridad.
Toma nota de los consejos que te explicamos a continuación y deja que los rayos de sol acaricien tu piel.
Especial para tu tipo de piel
Lo más importante de todo será escoger el protector solar que mejor se adapta a las características y también al tono de nuestra piel. Hay cutis más gruesos que resisten bastante bien el sol sin quemarse, frente a otros especialmente sensibles o incluso alérgicos al sol. En los casos más extremos, conviene solicitar la recomendación de un experto en dermatología.
Uno para el rostro y otro para el cuerpo
Además, te recomiendo equipar tu mochila para la playa con dos bronceadores diferentes: uno especial para el rostro, cuello y escote, donde la piel es mucho más sensible al sol, y otro para el resto del cuerpo. Y si tu cutis en graso y con tendencia a sufrir acné, será mejor que escojas un protector solar libre de grasa y aceites. En cualquier farmacia de tu ciudad encontrarás también protectores para piel madura, seca, sensible, para prevenir la aparición de manchas…
Caducidad
No te olvides tampoco de revisar la fecha de caducidad de tu protector solar y renovarlo cada año. Fíjate bien el envase de tu bronceador, donde te explican los meses que puedes utilizar el producto una vez abierto. Generalmente suele aparecer un dibujo con un bote abierto y con una aclaración: 24 M. Esto quiere decir que una vez que abras tu protector solar, podrás utilizarlo un máximo de 24 meses.
Consejos de aplicación
No olvides utilizar el producto por lo menos media hora de exponer tu piel al sol y repetir la aplicación cada hora durante tus primeras exposiciones.
Y en cuanto a marcas se refiere, algunas de nuestras preferidas son las firmas especializadas en dermatología Clinique, Clarins y Biotherm. Y tú, ¿cuál nos recomiendas?