El estrés es uno de los ingredientes que limita el bienestar de quien se siente de este modo de manera habitual. El estrés también tiene su propia huella en la piel. Una memoria que produce un efecto acumulativo cuando un estilo de vida condicionado por el estrés se mantiene en el tiempo. ¿Cómo solucionar o prevenir esta circunstancia?
Contacto con la naturaleza
En un tiempo tan tecnológico como el actual, la conexión constante también suma el estrés de estar permanentemente conectado a las novedades pudiendo experimentar el síndrome de la sobreinformación. Disfruta del universo natural que está más allá de la realidad online.
Rutina relajante previa al sueño
Poniendo en relación esta sugerencia con lo expuesto en el punto anterior, es recomendable establecer una rutina de sueño que, desde el punto de vista de la calma, invite al placer de un buen descanso. Una rutina ajena a la conexión online. Por ejemplo, un tiempo de lectura de un libro en papel. No consultes el ordenador desde la cama. Los nuevos avances tecnológicos que influyen en el estilo de vida también producen un efecto en la piel como muestra la influencia de la luz azul.
Hidratación de la piel
Tan importante como la elección de un buen producto es el uso correcto del mismo tras haber leído con detenimiento las indicaciones para aplicarlo.
Tiempo para ti
Cuando visualizas el calendario previsto en tu agenda para la próxima semana, es muy importante que también puedas observar el tiempo que tienes para ti. Un tiempo en el que puedes encontrar espacio para el cuidado personal. Vive estos minutos como un regalo que te mereces de manera incondicional.
Por tanto, el estrés puede condicionar el bienestar presente y futuro. Por ello, el primer paso es identificar la causa de estrés principal para encontrar un remedio adecuado.