Una tiende a pensar que las toxinas vienen del exterior, pero las toxinas más peligrosas para la piel no son ésas, sino las del interior, generadas por nuestras células. El cuerpo se compone de proteínas que se dañan con el tiempo. Pasado cierto nivel de degradación, esas proteínas se convierten en auténticas toxinas, como si fueran granos de arena que bloquean el engranaje de la reproducción celular. Existe en la piel un sistema llamado proteasoma que permite eliminar las toxinas, para recrear materia nueva a partir de la materia dañada.
En esta cuestión el enfoque de Dior es revolucionario, pues han desarrollado un ingrediente que, por primera vez, activa el proteasoma, de modo que permite el rejuvenecimiento de la piel de un modo nataural. Lo que han logrado con One Essential es, que al liberar la piel de sus toxinas, se estimula la regeneración profunda, lo que amplifica y prolonga la acción de los tratamientos asociados.