Es importante no olvidar que los labios también necesitan un cuidado especial, ya que la piel de esta zona es más sensible que la del resto del cuerpo. Además en muchas ocasiones están expuestos al frío y al sol, por ello conviene hidratarlos y usar productos de calidad que los cuiden y al mismo tiempo den color.
Algunos cuidados básicos son una correcta hidratación, exfoliación para eliminar las células muertas y la protección frente algunas agresiones externas que resultan perjudiciales como el viento, la calefacción y el tabaco. La alimentación también ayuda a cuidar los labios, por ello hay que beber bastante agua, aproximadamente unos ocho vasos diarios, y comer alimentos ricos en ácidos grasos, calcio, magnesio y aceite de lino.