Las pieles que enrojecen se caracterizan por una hiperreactividad de los vasos cutáneos. Así, reaccionan muy rápidamente en caso de cambio de temperatura o al tomar ciertos alimentos, lo que produce la aparición de rojeces intermitentes, desagradables y molestas, que a largo plazo se hacen permanentes, ya sean localizadas o más difusas. Estas rojeces pueden acarrear la dilatación de los vasos o la aparición de granos (rosácea). En todos los casos es conveniente proporcionar un cuidado particular a estas pieles vasorreactivas, que son de gran sensibilidad. Avène te ayuda a la prevención y tratamiento con su gama Anti-rojeces Diroséal:
– Dermo-limpiador lechoso: cuidado de higiene facial para pieles con tendencia a la cuperosis. Calmante, desensibilizante y reductora de la sensación de calor en el rostro.