Elegir un perfume es algo que puede ir desde el mayor de los entusiasmos hasta el más estrepitoso de los cansancios. No siempre damos con ese toque especial que buscamos para que resalte nuestra personalidad y estilo. Además, la pituitaria se inflama levemente después de oler más de 3 fragancias seguidas diferentes, así que esto puede suponer que distorsione un poco la realidad del aroma que estás probando. Conviene que te lo tomes con calma y que no te dejes llevar por la belleza del frasco ni por lo bien que le sienta a tu amiga o compañera de trabajo, cada cuerpo neutraliza de diferentes modos la misma fragancia. De cualquier manera, te dejo una lista de algunos perfumes míticos, ordenados por esa chispa de personalidad, así, según seas o te encuentres en cada momento, sabrás por cual decantarte:
– Tentadora: como Nina L´Elixir, que reinterpreta el aroma de Nina, pero más gourmand y oriental. Classique, de Jean Paul Gaultier. Womanity, de Thierry Mugler. Eau Sensuelle, versión ligera y floral de Hypnotic Poison de Dior.
– Elegante: Eau Claire des Merveilles de Hermès, ligera y centelleante. Beauty, lo último de Calvin Klein, femenina y sofisticada. Collect´Or, que viene a aumentar la familia empolvada de Chloé. Y, cómo no, el mítico Nº 5 de Chanel.
– Sensual: Ambar, de Jesús del Pozo, con todo el embrujo de Oriente. Belle d´Opium, de Yves Saint-Laurent, que combina ingenuidad y seducción. Shalimar de Guerlain, magia eterna, fascinante, atractiva.
– Joven: Daisy, de Marc Jacobs, un estallido de puro pop y buen humor.
Fragancias para cada momento, para cada estado de ánimo, para cada una de las mujeres que llevamos dentro. Es importante tener tu propia fragancia, la que te identifica, la que recuerda a los demás que “esto” me huele a ti, pero a veces necesitamos un toque especial y diferente en algún momento de nuestras vidas. Atrévete y busca el tuyo.