El cabello también puede convertirse en un arma de seducción si recibe los cuidados y los productos necesarios. Según los profesionales hay que lavar el cabello con cuidado, masajeándolo en pequeños círculos con la yema de los dedos. No conviene lavar el cabello con demasiada frecuencia, ni cambiar de champú muy a menudo, ya que puede maltratar el PH del cuero cabelludo y provocar irritaciones.
Siempre es aconsejable utilizar un acondicionador o mascarilla que se adapte a las necesidades de cada tipo de pelo, y no debe usarse más de una vez por semana. Para los cabellos grasos es suficiente con añadir al último aclarado un poco de zumo de limón. Y para pelos secos, mezclar dos yemas de huevos con una pequeña cucharada de ron y otra de aceite de ricino, y aplicarlo antes del lavado.
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