Natalie Portman ha sido una de las afortunadas de la gala de los Óscar después de hacerse con la codiciada estatuilla como mejor actriz protagonista por la magnífica película El Cisne Negro, una obra maestra dirigida por el genial cineasta Darren Aronofsky. Si has visto el film sabrás de lo que estoy hablando, pero si todavía no te recomiendo que lo veas, porque no te dejará en absoluto indiferente.
La deslumbrante actriz ha brillado con luz propia en la cita más importante del cine, tanto por su espectacular belleza, todavía más exuberante debido a su maternidad, como por su sobresaliente elegancia y naturalidad, un estilo que pocas mujeres tienen. El maquillaje de la actriz suele ser muy suave, apostando por colores tierra y toques luminosos para resaltar los puntos fuertes de su rostro.