La diseñadora de moda Lolita Lempicka tiene entre su colección de perfumes uno en particular que está incluido en mi lista de favoritos. La fragancia a la que me refiero tiene el mismo nombre que la diseñadora y desde 1997 sigue cosechando un gran éxito entre el público femenino.
Tal vez no te suene de nada el nombre de esta diseñadora, puesto que no es una marca tan conocida en el mundo de la belleza y de la cosmética como Chanel, Calvin Klein, Christian Dior, Balenciaga, Armani, Adolfo Domínguez o Burberry, entre otros muchos.
Sin embargo, su alta calidad, su maravillosa presentación y su exquisito aroma nada tienen que envidiar a estas firmas tan populares. Buena prueba de ello es que ha ganado tres premios, entre los que destaca el galardón FIFI a la mejor fragancia femenina de 1998. Además, fue elegida como la mejor fragancia del año en 1997 por la publicación especializada Cosmétique News.
Su aroma tiene unos deliciosos toques florales y unas innovadoras notas de regaliz, es decir son dos fragancias en una. Esta combinación tan original y particular da lugar a un perfume de difícil composición. Otro detalle importante es que entre sus notas encontramos unos sorprendentes toques orientales que hacen todavía más inolvidable y distinguido su aroma.
La hiedra, la semilla de anís, la flor de violeta, la cereza, el iris, la vainilla, la garrapiñada y el almizcle son algunos de los secretos más importantes de Lolita Lempicka. Por supuesto tampoco hay que pasar por alto la delicada presentación de su frasco, en color violeta con originales formas que recuerdan a una flor.
El perfume perfecto para las mujeres que apuestan por la originalidad y la sencillez, sin olvidar detalles tan importantes como sofisticación y glamour. La apuesta ideal para desprender un aroma único y especial y probar estilos diferentes a los que estamos acostumbrados.