Después de un frenético día de trabajo sin un momento de descanso, lo que menos nos apetece es cumplir con una de las rutinas de belleza más importantes en el cuidado básico de cualquier mujer: desmaquillar e hidratar el rostro. Algún día está permitido saltarte este paso e irse directamente a la cama para disfrutar de un sueño reparador, pero te recomiendo que no lo hagas muy a menudo, porque no hay nada peor para el cutis que irse a dormir sin eliminar hasta el último resto de maquillaje.
Para las chicas más perezosas la solución perfecta son las toallitas desmaquillantes, que de una manera fácil, rápida y cómoda, nos ayudan a limpiar en profundidad nuestro cutis. Uno de mis productos favoritos son las toallitas de Nivea, una firma clásica y muy habitual en cualquier neceser de belleza que se precie.
Las toallitas desmaquillantes de Nivea están pensadas para todo tipo de cutis, tanto para las pieles secas y sensibles, como las grasas, o incluso las pieles más maduras. Aunque mis favoritas son las toallitas refrescantes que además de limpiar y eliminar hasta el maquillaje más resistente, nos aporta una agradable sensación de frescor en el momento que más lo necesitamos.
Piel limpia e hidratada
Todo lo que queremos después de un ajetreado día de trabajo dentro y fuera del hogar, con numerosas preocupaciones y responsabilidades. Un gran aliado para que nuestra piel descanse y recupere su frescura y luminosidad natural. Lo que más me gusta del producto, además de su práctica aplicación, es que están especialmente pensadas para las pieles grasas, consiguiendo una limpieza en profundidad que no reseca la piel.
Puedes utilizar estas toallitas en la cara, el cuello y los ojos con absoluta confianza, ya que su fórmula no contiene alcohol y ha sido dermatológica y oftalmológicamente testada.