Por más que hayamos cuidado nuestro cuerpo por dentro y por fuera con tratamientos de belleza y con alimentación y métodos de vida saludable, cumplir los 60 nos adentra en esa década en la que los cambios en la piel se hacen más evidentes. Disminuye de manera importante la cantidad y actividad de los fibroblastos, así como el colágeno, la elastina y los proteoglicanos. También disminuye la vascularización y las secreciones sudoríparas y sebáceas. La piel se afina, pierde elasticidad, se acentúan las arrugas de expresión y gravitatorias, se atrofia el tejido conjuntivo, aparecen arañas vasculares, y las alteraciones de la pigmentación son ineludibles.
Toda esta situación se traduce en problemas concretos de manchas, falta de textura, tono, densidad, pérdida de volúmenes faciales y flacidez. Es importante que conozcamos todas estas causas y efectos para saber qué buscamos exactamente en nuestros tratamientos de belleza, y de qué manera podemos ir retrasando ese envejecimiento celular. La herencia genética y las exposiciones solares, también son factores que influyen en este proceso. Pero si has tenido menor o mayor suerte a la hora de reflejar el paso del tiempo en tu rostro, lo que sí es común a todas es que la cosmética a aplicar a partir de ahora tiene que ser específica para pieles maduras.
Como productos a destacar, yo te aconsejaría el Specialist Instant Wrinkle Delines, de Juvena, que es un lápiz borrador de arrugas de efecto instantáneo que corrige el aspecto de las líneas de expresión y previene su aparición a largo plazo. Como sérum, yo destacaría el Serum Excel Therapy Premier, de Germaine de Capuccini. Un producto de lujo que perfecciona la textura de la piel madura, repara la barrera cutánea y asegura una cohesión celular sólida. Prolonga la vida de las células cutáneas, retrasando así el envejecimiento global de la piel. Estos 2 productos, aplicados antes de tu tratamiento habitual, harán que los 60 pasen de largo por tu piel.
Es muy interesante la información publicada.