Seamos realistas y confesemos una verdad absoluta e incuestionable: caminar con zapatos de tacón alto resulta incómodo. Es cierto que todo depende del tipo de calzado y de la práctica de cada mujer a la hora de mantener el equilibrio sobre unos taconazos de vértigo, pero en cualquier caso nadie puede negar que después de una intensa y dura jornada de trabajo, o bien al volver a casa tras una noche de fiesta loca y desenfrenada, nuestros doloridos pies sufren las consecuencias de caminar con este tipo de calzado, y muchas de nosotras echamos de menos unas cómodas bailarinas o unos prácticos zapatos de tacón medio.
Por eso es aconsejable salir de casa muy bien equipada con tiritas y otros zapatos de repuesto, con el fin de superar la prueba de andar con tacones y regresar a casa sin esa sensación de no poder dar ni un solo paso más. En primer lugar, conviene que adquieras cierta practica y destreza para poder sobrevivir a este reto, por eso es aconsejable que si no has utilizado nunca antes zapatos de tacón, pruebes en tu propia casa, y cuando te sientas segura des un pequeño paseo por los alrededores de tu vecindario.
Cuando estrenes zapatos, acuérdate de llevar siempre contigo un producto que desde hace unos cuantos años se ha convertido en el mejor aliado: Compeed ampollas. Un increíble y maravilloso producto con el que además de proteger nuestros pies de las posibles rozaduras y molestias que pueda causarnos cualquier tipo de calzado, también frena de manera inmediata la herida aportando una sensación de descanso y confort.
Para utilizarlo correctamente tienes que aplicar Compeed sobre la ampolla o la zona dolorida, protegiendo así tus pies de factores externos que puedan irritar o infectar la herida como el agua, la suciedad o las bacterias, y al mismo tiempo aliviando el dolor y la presión. Recuerda que debes colocar el producto lo antes posible para que pueda comenzar a hacer efecto y así curar la ampolla, además te aconsejo que lo utilices las veces que lo consideres necesario.