Hace unos años muy pocas mujeres sabían de su existencia, y en cambio ahora el iluminador es un producto de maquillaje imprescindible que no puede faltar en ningún neceser de belleza que se precie. Un poderoso aliado que nos ayuda a resaltar nuestros rasgos de una manera muy sutil y natural, pero que debemos utilizar con gran cuidado.
El truco está en aplicar el iluminador en aquellas partes de tu rostro que quieres potenciar, y que suelen ser sobre todo los pómulos y los párpados. Escoge el producto que más se adapte a tus necesidades y a la tonalidad de tu piel, pero no seas la última en probar este mágico producto que devuelve la luminosidad incluso a los rostros más fatigados.
Si no sabes muy bien cómo utilizar este producto, lo mejor es que apuestes por unos polvos compactos que incorporen iluminador, como por ejemplo los de la firma Lancôme. La Roseraie es un práctico estuche que puedes llevar siempre contigo y utilizar cuando desees, en cualquier momento y ocasión.
Maquillaje natural y uniforme
Con unos delicados tonos rosas y una textura muy suave, los polvos iluminadores de Lancôme son perfectos para las chicas que no tienen mucha experiencia con este producto. Un maquillaje muy natural y ligero que ilumina y proporciona un delicado toque de color al rostro, de una manera muy uniforme.
Aplica los polvos iluminadores con ayuda de una brocha, retirando el exceso de producto antes de aplicar el maquillaje sobre el rostro. Utiliza el iluminador en aquellas partes del rostro que quieres potenciar, evitando siempre tus puntos débiles, pero con cierto cuidado para no caer en el exceso y conseguir un efecto demasiado recargado. Encontrarás el producto en tu tienda de cosmética de confianza con una presentación de lujo, así que no te quedes sin el producto de Lancôme.