Hay canciones que nos acompañarán toda la vida, que siempre vendrán a nuestra mente y nos harán sentir el placer de recordarlas y esbozar una sonrisa; eso es lo que me ocurre a mí cuando escucho el gran tema popularizado por Nat King Cole “Quizás, Quizás, Quizás” y cuyo título ha tomado la prestigiosa marca Loewe para bautizar a uno de sus perfumes, cuya fragancia es tan memorable como la propia canción.
Quizás, Quizás, Quizás hace referencia a la personalidad de una mujer seductora y sin miedo al desplante, que le gusta mantener su misterio ante las preguntas de un hombre que ansía saber si es su enamorado. Una mujer que conoce a la perfección sus armas de seducción y que sabe usarlas midiendo los tiempos, sabiendo lo que hay qué dar y en qué medida… esa mujer es la que Loewe quiere que sientas en tu interior cuando utilices esta enigmática fragancia.
Las notas de salida de Quizás, Quizás, Quizás tienen líneas florales de jardín, entre rosas y jazmines en distintas variedades, que se mezclan con puntos rojos frutales que parecen derivar del mismo punto de origen. A su corazón se le incorporan las notas de duraznos y frambuesa, con líneas vegetales especiadas que dejan un aire ligero a polvoso y partes extra de fruta madura. Notarás el dulzor de la fruta que estará presente también en forma de grosella roja.
En su fase final la fragancia mantiene el grupo floral que nace de la combinación de rosas y lirios del valle, como una lluvia de polen, y que su aspecto te recordará el limpio que provoca el talco, como un jabón que te seduce y con el que podrás seducir. Imprégnate de su misterio y atrévete a decir: Puede ser, a lo mejor, tal vez… Quizás, Quizás, Quizás.